¿En qué se parece una coach al ave más pequeña del mundo?

Hola. Mi nombre es Gaby Esquivel y en palabras de una de mis escritoras favoritas, Elizabeth Gilbert, soy como un inquieto colibrí.

Me gusta alimentarme del néctar de varias fuentes para “polinizar” con información de valor a la mayor cantidad de personas deseosas de superarse.

Pero no siempre ha sido así. Como suele suceder, mi propósito salió a relucir en un momento de crisis.

Recién graduada en Negocios Internacionales y Mercadeo, me aprestaba a iniciar una prometedora carrera corporativa en Estados Unidos, cuando, por motivos familiares, mi vida dio un inesperado giro.

De repente me quedé sin mi trabajo, con un hijo en brazos y viviendo en otro país –Francia-, lejos de mis seres queridos y sin hablar francés. Tuve que empezar de cero.

Aquello fue como estar corriendo una maratón y que, a pocos metros de llegar a la meta, me tiraran en un inmenso bosque abandonada a mi suerte.

Me sentía frustrada y triste, sin pasatiempos, amistades ni sueños por cumplir.

La ilusión la volví a encontrar –literalmente- al otro lado del mundo. Como buena viajera, salté de Francia a Singapur, donde una coach portuguesa me habló por primera vez del coaching.

Fue amor a primera vista. Tras unas cuantas sesiones, me di cuenta que había descubierto lo que quería hacer por el resto de mis días: ayudar a otros a crear nuevas realidades a través de un cambio de perspectivas.

Como el colibrí, saqué mis alas y volé rumbo a New York para certificarme como coach y luego continuar el aprendizaje en la academia de mi mentor y maestro, Tony Robbins.

Desde entonces no he parado de capacitarme. Han sido horas y horas de formación en intervención estratégica, Programación Neurolingüística (PNL), inteligencia emocional, liderazgo, finanzas personales, entre otros temas que nunca nos enseñan en la Universidad.

Me declaro como una obsesionada del aprendizaje. Le invierto al menos tres horas diarias. Ya sea en el carro, en el gimnasio o paseando a mis perros, Luna y Pluto.

El resto de mi tiempo lo dedico a mis otros roles. Al igual que tú, soy una mujer multitasking. Feliz esposa de Andy con quien tenemos el placer de criar a nuestros tres bellos enanos: Charlie (12), Noah (9) y Emma (7).

Además, soy hija, hermana, amiga, administradora de hogar, emprendedora, cofundadora de un proyecto de bien social (pragatigifts), “Uber” de mis hijos cuando tienen clases de fútbol o gimnasia y si le preguntas a ellos tal vez te dirán que también soy youtuber.

Mis días inician a las 5 a.m. y se encuentran debidamente organizados en mi planificador semanal para tener un balance adecuado en mis distintas áreas.

Muchas mujeres que me conocen dicen que quieren llevar una vida igual de productiva y ordenada, sin sentimientos de culpa y con tiempo de calidad para ellas y los suyos.

Contáctame y con gusto te ayudo a conseguirlo, no importa lo ocupada que estés.

Si con tres hijos, dos perros y dos negocios, yo pude lograrlo, te aseguro que tú también puedes alcanzar una vida plena, feliz y exitosa. ¿Empezamos?

“Mientras no se me quiten las ganas de aprender,

no se me quitarán las ganas de enseñar.”

Gaby Esquivel